¡¿Sabían ustedes que Elisa Bonaparte, prefirió vivir en Lucca a vivir en Florencia y habitar en la Villa Real de Marlia, cuando Napoleón le confió el gran ducado de Toscana!? Algunos cuentan haber visto el piano del maestro en la casa natal de Puccini o de haber escuchado sus óperas en un concierto en la basílica de San Juan, una iglesia construida sobre un importante lugar arqueológico romano. Otros se preguntan donde estaban los asentamientos etruscos; hay quienes han escuchado hablar de la “Giubba delle 60 minestre” (“Giubba? de las 60 sopas”) y se preguntan: ¿qué es? ¿Y es verdad que existe la Antigua Casa de la Moneda de Lucca? Quisiera contestar, pero no puedo… entonces vuelvo a escuchar las particularidades de la plaza oval, construida sobre restos del anfiteatro romano. Pocos saben que solamente puede ser observada desde el exterior. ¡Ah! ¡Si pudiera contarles! Tienen que ir por la calle del Anfiteatro, que lo rodea, para poder ver las arcadas romanas que perduran, para después entrar por el arco más bajo, que es el único perteneciente a la antigua estructura y quizás preguntar…hay un local que en el subsuelo ha restaurado los túneles de acceso. Pero nadie se va sin hablar de los muros renacentistas, completamente intactos, con once bastiones todos arbolados. Ah, si pudiera moverme! Quisiera tanto hacer un paseo. En dos minutos a pie, pasando por la Porta San Pietro, podría estar en los muros ¡estupendo! Recorrer la ciudad entera: una avenida con doble hilera de árboles que conforma un anillo verde de 4200 m. alrededor de la ciudad y que, a su vez, está circundado de verdísimos prados.